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jueves, 27 de junio de 2019

ANALOGÍA

Analogía, del griego αναλογíα (ana ‘reiteración o comparación’ y logos ‘estudio’), significa comparación o relación entre varias cosas, razones o conceptos; comparar o relacionar dos o más seres u objetos a través de la razón; señalando características generales y particulares comunes que permiten justificar la existencia de una propiedad en uno, a partir de la existencia de dicha propiedad en los otros.1
En el aspecto lógico, permite comparar un objeto con otros, en sus semejanzas y en sus diferencias.2​ Una analogía permite la deducción de un término desconocido a partir del análisis de la relación que se establece entre dos términos de ella conocidos.
La analogía posibilita una vía inductiva de argumentar. Nos permite intentar representar un pensamiento o experiencia respecto a un objeto a través de una comparación de distintas dinámicas o situaciones; dando a entender que éstas comparten similitudes.

El sentido de la analogía a lo largo de la historia de la filosofía

Los matemáticos antiguos en Mesopotamia y los egipcios utilizaron la analogía en sus cálculos.3​De hecho la unidad de medida ya es en sí misma el establecimiento de una analogía, pues no es otra cosa que establecer la proporción por comparación de un objeto material en relación a una cantidad fijada de antemano como unidad.
Los matemáticos griegos entendieron la analogía como proporción o razón de proporcionalidad en el sentido en que hoy hablamos de proporciones y razones en matemáticas.4
Fue Platón quien dio a esta noción un carácter de trascendencia que ha llenado páginas en la filosofía y el lenguaje.5
Si bien Platón introdujo esta noción de analogía comparando la «Idea del Bien» con el Sol,6​ el estudio más detallado de la noción lógica lo hizo Aristóteles al considerar la analogía del ente.7
Los escolásticos, ya en la Edad Media, aplicaron la doctrina aristotélica a la tradición neoplatónica cristiana, deteniéndose en el uso de los términosSan Buenaventura distinguió entre analogía y univocidad4​ y los escolásticos posteriores siguiendo su doctrina distinguieron entre un hablar unívoco y modo de hablar análogo.4​ Tomás de Aquino argumentó sobre la analogía para la demostración de la existencia de Dios como Causa Primera, Primer Motor de Aristóteles (Esse Subsistens), y la trascendencia de Dios entendida como Ser-de-esencia, Idea del Bien (Esse), según la tradición platónica, concibiendo a Dios como Ipsum Esse Subsistens, cuyo contenido se predica analógicamente de los demás entes por participación, entendidos estos como criaturas.8
En la medida en que el pensamiento y el lenguaje han ido encontrando la fuente de su propia fundamentación al margen de la metafísica, a partir de la Edad Moderna, la analogía ha ido perdiendo sentido ontológico, acentuándose su sentido e importancia en cuanto al uso del lenguaje y su aplicación lógica en los razonamientos.

La analogía en la creación y modificación del lenguaje

En Lingüística se llama analogía la acción que determina creaciones del habla conforme a modelos preexistentes. Así se explican los cambios sufridos por determinadas formas, bajo la influencia de las semejanzas asociadas en la mente de los hablantes.

Analogía semántica

La analogía semántica es un fenómeno que se produce por la tendencia a asociar una palabra a un significado análogo. Un ejemplo lo constituye el término artístico "miniatura", que proviene del italiano miniatura y significa literalmente 'pintura de pequeñas dimensiones, realizada generalmente sobre vitela u otra superficie delicada', aunque, por etimología popular, ha generalizado su significado, y hoy día designa cualquier objeto de reducidas dimensiones.

Analogía léxica

La analogía léxica es el fenómeno que se produce por la ayuda de la tendencia a asociar a cada palabra un sentido determinado. Se denomina también paretimología o atracción paronímica.11​ Esta creación de significado se manifiesta, en general, o bien por trastrueque semántico o bien por adaptación fonética de la palabra.12​ Es el recurso más común en la etimología popular. Así, por ejemplo, Sebastián de Covarrubias… Díjose albufera, según algunos, de bufido, porque con el soplo del recio viento en la mar arroja de sí con ímpetu el agua y la echa fuera de los límites ordinarios de sus riberas;.13

La analogía en el uso del lenguaje

El uso concreto del lenguaje produce en el significado de las palabras o en el sentido del discurso en su referencia a la realidad, problemas de muy diversa índole. En el tema que nos ocupa ponemos la atención en que la misma palabra o discurso puede adquirir diversos significados o sentidos según un uso determinado.
Se hacen necesarias varias distinciones:

Univocidad, equivocidad y anfibologíaHay univocidad cuando la palabra o el discurso tienen un significado determinado en su referencia a la realidad y el uso concreto que se hace del lenguaje, responde a dicho significado.

La palabra mesa, usada unívocamente, viene a significar lo que todos entendemos como tal. Pero por analogía hablamos de una mesa de negociación o una mesa redondamesa petitoria, donde el significante mantiene su significado propio pero como soporte del adjetivo que realmente aporta el sentido de la expresión.
En cambio en el equívoco y la anfibología de la palabra o expresión referente a una "presa" solamente por el contexto podremos establecer si se refiere a una mujer en la cárcel, al objeto de una cacería o a un embalse de agua. Cuando alguien está sujeto, “apresado” o condicionado por determinadas cosas o circunstancias hace un uso del lenguaje cuyo sentido depende de dichas condiciones o circunstancias. Se juega con la equivocidad que ofrece la analogía de palabras, y la anfibología de las expresiones y situaciones de forma retórica, sin necesidad de mentir o decir falsedad plena.
El discurso de un político en vísperas de elecciones adquiere un sentido “electoralista” y fuera de ese contexto no tiene el mismo sentido. Ocurre lo mismo con el uso del lenguaje en la propaganda.
El discurso de la ciencia pretende tener una referencia unívoca mediante un proceso de formalización del lenguaje, para evitar toda equivocidad.
La equivocidad y la anfibología es el recurso retórico de la ironía y el “doble sentido”, así como del chiste.
¿Cómo quieres que vaya de noche a verte, si el perro de tu padre sale a morderme?

Analogía propiamente dicha[editar]

Es aquella palabra o discurso en sí que es unívoco pero es usado de tal manera que, conservando el significado propio, en el uso análogo adquiere un significado o sentido figurado en relación con el significado propio como término de comparación. En las analogías se conserva el sentido, la relación de significantes, no los significados.

Homología[editar]

Se produce homología cuando dos cosas o casos diferentes, aún siendo estructuralmente semejantes poseen funciones diferentes. En Biología, la evolución convergente, es la evolución independiente de características similares en especies de diferentes linajes. La evolución convergente crea estructuras análogas que tienen una forma o función similar pero que no estaban presentes en el último antepasado común de esos grupos.
Dos géneros, Euphorbia y Astrophytum, solo están lejanamente relacionados, pero las especies, dentro de cada uno, han convergido en una forma similar del cuerpo.
Por ejemplo los brazos de una persona son homólogos a las aletas de una ballena, la estructura (significante) es esencialmente la misma pero la función (significado) cambia.
En geometría las figuras “semejantes” son homólogas, porque poseen una forma o estructura semejante.
En las homologías la forma o estructura es lo que permanece semejante mientras que cambia el sentido, o sea, la relación entre los significantes.
La esfera y el balón de fútbol, que algunos llegan a denominar «el esférico».

Comparación[editar]

Se habla de símil cuando el lenguaje expresa directamente una comparación entre dos objetos o situaciones reales.
El narrador resalta retóricamente la fuerza de una hormiga llevando una hojita al hormiguero diciendo: «es como si arrastrara hacia su casa un objeto de 150 kg», dando a entender que es similar al esfuerzo que haría un hombre para mover ese peso.

Alegoría[editar]

Cuando la comparación se prolonga a lo largo del discurso hablando del término comparado en vez de hablar del propio objeto de referencia real, entonces el recurso lingüístico recibe el nombre de alegoría.
Las parábolas del Evangelio o las fábulas son el ejemplo más propio de lo que es una alegoría. El cuento de Pinocho es una alegoría de lo que no debe hacer un niño, «mentir». Los niños tienen que «decir siempre la verdad», so pena de recibir un castigo. El mensaje se hace más patente al niño a través del cuento que la mera transmisión del mensaje "no mientas".
Ciertas alegorías retóricas se plasman en imágenes que aportan un sentido intermedio entre el símbolo y la alegoría como por ejemplo la representación de la Balanza sostenida por una mujer con los ojos tapados en representación de la Justicia; o Cupido tirando flechas con los ojos tapados.

La metáfora[editar]

Se habla metafóricamente cuando el discurso toma como objeto directamente el término de comparación, omitiendo la referencia al término comparado. Si el amante le dice a la amada: «eres la luz de mi vida», es evidente que no le está comparando con una «linterna»; en todo caso sería con el «sol» en un sentido figurado; lo que está diciendo en realidad es que: «así como la luz (del sol) es esencial para la vida, tú eres para mí tan esencial como la luz (del sol) y sin ti no puedo vivir».

La analogía en el aprendizaje de la conducta y la técnic

El éxito de la conducta como respuesta psicológica respecto a la situación de estímulo que la provocó sirve de justificación de la consolidación de la respuesta.
En otras palabras, la repetición de la pauta de conducta es el supuesto analógico de que: siempre que se de el mismo contexto o situación de estímulo, la respuesta volverá a ser satisfactoria.
Por su parte la técnica consiste en una conducta sujeta a determinadas "normas culturales" establecidas como forma de actuar en orden a alcanzar un determinado fin. Cuando esas normas vienen dictadas por la costumbre, hablamos de artesanía; cuando el fundamento de las normas están determinadas por el conocimiento científico hablamos de ingenierías o simplemente de técnica.
El supuesto analógico que justifica tanto la costumbre como la técnica es: siempre que pretendas alcanzar tal fin, actuar conforme a estas normas es garantía de alcanzarlo.

La analogía en la argumentación

Este modelo del castillo Himeji (a escala 1/20) fue hecho en 1995 justo antes de que la torre principal fuera reconstruida. Fue hecho para revisar los defectos y detalles de la estructura y así asegurar la integridad de la construcción.
La analogía no pasaría de ser una figura literaria o expresiva, retórica, si no fuera porque a la sombra de esta capacidad de comparación del entendimiento se han forjado los argumentos analógicos. De hecho, el razonamiento analógico —que es su mayor aplicación— es un procedimiento a posteriori, que consiste en pasar de lo conocido a lo desconocido, de los efectos manifiestos a las causas que se nos esconden.14
No cabe duda de que en la literatura y el arte tales argumentos ofrecen una riqueza expresiva enorme. En la vida diaria continuamente practicamos tales razonamientos. Tales argumentos, como argumentos inductivos de conclusión probable y retórica no tienen inconveniente alguno. Nos acercan al posible conocimiento de la verdad lo mismo que cualquier razonamiento científico.
La ciencia conforme a métodos claramente determinados utiliza esos argumentos, siendo de especial relevancia el método de reducción al absurdo en matemáticas y lógica15​ y, sobre todo, en la construcción de modelos lógico-formales y científicos, bien sean teóricos o materiales.16
En la técnica se usa el modelo material a escala como representación reducida de una realidad a fin de poder estudiar su comportamiento, considerando que la realidad conservará análogamente las mismas propiedades que el modelo.
De especial trascendencia es el modelo político y el modelo económico que adopta una sociedad para justificar sus estructuras sociales y de poder.
Son formas argumentales basadas en la analogía:

Interpolación

Consiste en determinar cada una de las variables de las formas en las que se pueden reproducir y cómo afectan al resultado. Pero no sólo basándose en su relación estadística sino también en su causalidad. Esto constituye las reglas que se utilizan para llegar a una nueva conclusión, siempre de forma aproximada. Es decir, se considera todas las situaciones posibles y sus repercusiones y las interpolamos a la nueva situación por analogía o inducción.

Extrapolación[editar]

Consiste en suponer que el curso de los acontecimientos continuará en el futuro, convirtiéndose en reglas que se utilizarán para llegar a una nueva conclusión. Es decir, se afirma a ciencia cierta que existen unos axiomas y éstos son extrapolables a la nueva situación.
La base para una extrapolación será el conocimiento sobre el reciente desarrollo del fenómeno. Se precisa al menos dos observaciones secuenciales hechas en puntos conocidos en el tiempo. Las observaciones son habitualmente registradas como variables cuantitativas, medidas en algún tipo de escala. El material consiste en una serie cronológica. No obstante, nada impide extrapolar tendencias que se describan enteramente en términos cualitativos.
Utilizado para buscar la solución a un problema (lógica) o de enseñar la misma (pedagogía), lo convierte en una herramienta muy utilizada en el marco profesional y de enseñanza. Esta vía no excluye necesariamente el método de interpolación y mucho menos pueden considerarse como únicas.

Reducción a lo absurdo

Es usado para demostrar la validez de proposiciones categóricas; se parte por suponer como hipotética la negación o falsedad de la tesis de la proposición a demostrar, y mediante una concatenación de inferencias lógicas válidas se pretende derivar una contradicción lógica, un absurdo; de derivarse una contradicción, se concluye que la hipótesis de partida (la negación de la original) ha de ser falsa, y la original es verdadera y la proposición o argumento es válido.
A este método también se le conoce como prueba por contradicción o prueba ad absurdum. Parte de la base es el cumplimiento del principio de exclusión de intermedios: una proposición que no puede ser falsa necesariamente es verdadera.

La modelización

De especial relevancia para la ciencia y la técnica es la construcción de modelos.
En la técnica se usa el modelo a escala como representación reducida de una realidad a fin de poder estudiar su comportamiento, considerando que la realidad conservará análogamente las mismas propiedades que el modelo.
Más importancia para la ciencia tienen los modelos teóricos, en especial los modelos matemáticos, sobre todo a partir de la informática que hace posible el cálculo numérico.
De especial trascendencia es el modelo político y el modelo económico que adopta una sociedad para justificar sus estructuras sociales y de poder.

La filosofía tradicional

La llamada filosofía tradicional en occidente,17​ ha concebido la analogía sobre todo en orden a justificar el conocimiento de la realidad que está más allá de la experiencia del mundo, la Metafísica, y es usada de manera especial en el cristianismo, para la demostración de la existencia de Dios.
Para ello consideraban el argumento basado en la analogía concebida de dos formas:
  • Como analogía de proporción
  • Como analogía de atribución

Analogía de proporcionalidad[editar]

En la famosa «Alegoría de la Caverna»18​ Platón compara el mundo material a un mundo de sombras que surge a partir de la luz del Sol, fuente de todo, y que da origen a la realidad material y sensible iluminando las ideas. Los entes materiales son las sombras que los hombres, prisioneros en el mundo material, solamente pueden contemplar como sombras de las ideas proyectadas en la pared de la caverna, siendo ellos mismos, en cuanto seres materiales, (cuerpo material en oposición a la forma como alma) meras sombras transitorias en este mundo. El alma, en cuanto es capaz de liberarse de lo sensible y material puede llegar a contemplar la verdadera realidad de las ideas. De esta forma:
El ver es al cuerpo como el pensar es al alma
Modelo teórico del átomo según Bohr.
Este mundo en su imperfección nos remite al mundo de las ideas en su perfección
El ser mudable y material nos remite al Ser inmutable de las ideas y, en último término, al Ser Eterno y Perfecto que es la Idea del Bien
El conocimiento consiste en reconocer, recordar y contemplar en las cosas sensibles de este mundo las ideas como verdadera realidad. El alma pertenece al mundo de las ideas, las ha contemplado en una vida anterior; la vida en este mundo material no es más que un proceso de purificación necesaria para que, a través de la Filosofía el alma racional a través del hombre, pueda liberarse definitivamente de lo material volviendo a su lugar natural en el mundo de las ideas. Mientras eso no se cumpla será juzgada y tendrá que ir reencarnándose sucesivamente en los diversos seres del mundo.
Los cristianos encontraron en esta filosofía platónica la principal fuente de inspiración para la justificación filosófica de su Religión: un concepto de Dios Único, frente al politeísmo. Un mundo que está hecho según unas ideas, una Providencia de Dios, un plan Creador. Un juicio que premia a los buenos y castiga a los malos. Y un mundo material que impide o dificulta al alma, encarnada en la materia del cuerpo elevarse al mundo de las ideas y en definitiva a Dios, si bien los cristianos sólo aceptan la existencia del alma humana como espíritu que trasciende la materia.19
En definitiva, la analogía se convierte en la forma en la que el entendimiento humano, la razón o el alma humana, comprende la verdadera realidad y asciende por medio de las ideas, la fe en el caso de los cristianos, al conocimiento de la Verdad, y el conocimiento del Dios Verdadero, del que por analogía de las perfecciones limitadas del mundo podemos predicar sus atributos como Perfección Absoluta.

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